ALBERT SANS. El
viaje como forma de vida
Pedalear con Albert
durante un día, es una terapia muy recomendable para darnos un baño humildad y
de sencillez y es que el minimalismo de este joven catalán de 36 años, contrasta
con su maximalismo mental que le ha llevado a elegir un modo de vida
absolutamente peculiar y solo apto para mentes maduras y Atrevidas.
La historia de mi encuentro con Albert, empieza cuando Ernesto me informa
que va a tener un invitado que esta viajando en bici y que pasará un día con
él. Me pone un poco al día de su huésped
y enseguida me cautiva su historia y, como no, me apunto a pedalear con
ellos para conocer el día a día de
Albert y acompañarlo unas horas en dirección a Murcia.
Y digo el día a día
porque albert no esta haciendo un viaje, simplemente vive viajando, es su modo
de vida. Ahora hace tres años que
decidió recorrer el mundo subido a una bici, una bici que le permite
trasladarse y llevar consigo todo lo que necesita, todo lo que le hace feliz. Con
esa “rutina”, ha pedaleado por toda Sudamérica y ha conocido sus lugares mas
emblemáticos, sus rincones mas desconocidos y también esa hospitalidad innata que emana
de la gente más humilde.
Este regalo de vivencias paisajísticas y humanas es sin duda todo lo que cualquier viajero busca y Albert, con su carácter abierto y amable, no le resulta difícil encontrarlo.
Este regalo de vivencias paisajísticas y humanas es sin duda todo lo que cualquier viajero busca y Albert, con su carácter abierto y amable, no le resulta difícil encontrarlo.
Un tipo de vida así,
me suscita cientos de preguntas y reflexiones, y no es para menos cuando tienes
delante a una persona que ha roto con lo establecido, a tomado un camino
distinto, ha dado esquinazo a todos los convencionalismos…y es feliz “a pesar
de todo”.
Aún así, "a pesar de
todo", no logra dar esquinazo a los gastos que sus necesidades diarias le
originan y le pregunto como ha conseguido subsistir en estos tres años. Albert
es una persona muy polifacética y, además de manejarse sobradamente en las
redes sociales y mantenerse en contacto con colectivos y amigos de todo el
mundo, es también un apasionado de la fotografía.
Estas facetas complementadas le permiten cada cierto tiempo realizar pequeños trabajos de fotografía que le permiten sufragar sus pequeños gastos. Estos trabajos esporádicos los realiza allí donde se encuentre, sin plazos, sin mínimos ni máximos…a su marcha.
Estas facetas complementadas le permiten cada cierto tiempo realizar pequeños trabajos de fotografía que le permiten sufragar sus pequeños gastos. Estos trabajos esporádicos los realiza allí donde se encuentre, sin plazos, sin mínimos ni máximos…a su marcha.
No es fácil entender
de que está hecha una persona como Albert que no solo decide tomar la decisión
de vivir así, sino que lo lleva a cabo y ahora no concibe otra forma de vida. Lo
desconocía pero Albert forma parte de un colectivo libre de personas de todo el
mundo que viven de esta forma… Absolutamente admirable.
Cada pedalada que da,
cada kilómetro que avanza, le acerca más
a su próxima experiencia, a su nuevo amigo o a su foto perfecta. Dos frágiles ruedas que avanzan impulsadas por
ese afán de libertad y ese ancestral
sentido descubridor y curioso que acompaña al ser humano, un sentido absorbido
y casi anulado por esta sociedad del bienestar que por suerte, y a la vista
está, no ha podido con estas personas.
NOTA: Este articulo
no pretende describir la vida y viaje de Albert ya que solo estuve con el unas
horas. Este articulo simplemente describe mi impresión respecto a una persona
con unos valores que al menos a mi, me han impresionado. Las fotos corresponden
a las horas que pase con él.
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