lunes, 8 de diciembre de 2014

Unas horas con Albert Sans



ALBERT SANS.  El viaje como forma de vida
Pedalear con Albert durante un día, es una terapia muy recomendable para darnos un baño humildad y de sencillez y es que el minimalismo de este joven catalán de 36 años, contrasta con su maximalismo mental que le ha llevado a elegir un modo de vida absolutamente peculiar y solo apto para mentes maduras y Atrevidas.

La historia de mi encuentro con Albert, empieza cuando Ernesto me informa que va a tener un invitado que esta viajando en bici y que pasará un día con él. Me pone un poco al día de su huésped  y enseguida me cautiva su historia y, como no, me apunto a pedalear con ellos para conocer el día a día de Albert y acompañarlo unas horas en dirección a Murcia.
  
Y digo el día a día porque albert no esta haciendo un viaje, simplemente vive viajando, es su modo de vida. Ahora  hace tres años que decidió recorrer el mundo subido a una bici, una bici que le permite trasladarse y llevar consigo todo lo que necesita, todo lo que le hace feliz. Con esa “rutina”, ha pedaleado por toda Sudamérica y ha conocido sus lugares mas emblemáticos, sus rincones mas desconocidos y también esa hospitalidad innata que emana de la gente más humilde.

 Este regalo de vivencias paisajísticas y humanas es sin duda todo lo que cualquier viajero busca y Albert, con su carácter abierto y amable, no le resulta difícil encontrarlo.
Un tipo de vida así, me suscita cientos de preguntas y reflexiones, y no es para menos cuando tienes delante a una persona que ha roto con lo establecido, a tomado un camino distinto, ha dado esquinazo a todos los convencionalismos…y es feliz “a pesar de todo”.
 Aún así, "a pesar de todo", no logra dar esquinazo a los gastos que sus necesidades diarias le originan y le pregunto como ha conseguido subsistir en estos tres años. Albert es una persona muy polifacética y, además de manejarse sobradamente en las redes sociales y mantenerse en contacto con colectivos y amigos de todo el mundo, es también un apasionado de la fotografía. 

Estas facetas complementadas le permiten cada cierto tiempo realizar pequeños trabajos de fotografía que le permiten sufragar sus pequeños gastos. Estos trabajos esporádicos los realiza allí donde se encuentre, sin plazos, sin mínimos ni máximos…a su marcha.

No es fácil entender de que está hecha una persona como Albert que no solo decide tomar la decisión de vivir así, sino que lo lleva a cabo y ahora no concibe otra forma de vida. Lo desconocía pero Albert forma parte de un colectivo libre de personas de todo el mundo que viven de esta forma… Absolutamente admirable.

Cada pedalada que da, cada kilómetro que avanza, le acerca más  a su próxima experiencia, a su nuevo amigo o a su foto perfecta.  Dos frágiles ruedas que avanzan impulsadas por ese afán de libertad  y ese ancestral sentido descubridor y curioso que acompaña al ser humano, un sentido absorbido y casi anulado por esta sociedad del bienestar que por suerte, y a la vista está, no ha podido con estas personas.

 NOTA: Este articulo no pretende describir la vida y viaje de Albert ya que solo estuve con el unas horas. Este articulo simplemente describe mi impresión respecto a una persona con unos valores que al menos a mi, me han impresionado. Las fotos corresponden a las horas que pase con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario