lunes, 29 de septiembre de 2014

Ruta por Nerpio (Albacete) Septiembre 2013

Por fin, después de algunos meses de compartir pequeñas salidas de tarde, hemos podido realizar una salida   alforjera que sirve para confirmar que el objetivo propuesto cuando formamos el grupo, poco a poco se va haciendo realidad. 

Los días eran pocos ( tan solo dos) pero las ganas muchas, ganas de las que andábamos absolutamente sobrados los protagonistas del viaje. Este se inicia en el pequeño pueblo de Nerpio (Albacete), en la comarca de la Sierra del Segura, zona de fuerte e impactante paisaje y de sinuosas carreteras de rampas interminables, una característica, esta última, que no tardaríamos en descubrir.


23 DE SEPTIEMBRE de 2013 (primera jornada 51Km.)
Km 0 / 1.140m. - Nerpio. A bordo de mi furgoneta cargada con las bicis, llegamos a Nerpio, Tomas, Juan Carlos y este que relata, Jose Antonio. Una vez descargado el material y aparcada la furgo, iniciamos una ruta que sabíamos iba a ser dura al menos en los 12 primeros Km. Nuestro primer punto era la aldea de Pedro Andrés.

Km 9 / 1.220m. - Pedro Andrés. El primer problema mecánico lo tuve yo con el desviador del plato que por nada, quería bajar al plato pequeño, un plato que todavía no sabíamos lo mucho que íbamos a utilizar. 
Con el taller mecánico montado en medio de la calle de esta aldea, Juan Carlos, con su vista de lince, localizo el problema del desviador: el portabidones impedía por milímetros, que se completara el recorrido de esta pieza y con ello, poder llevar la cadena al plato pequeño. 



Solucionado el problema, iniciamos las primeras fuertes rampas que, hacia el norte, nos llevaría a nuestro próximo punto: Finca la Jutia. Son estas, las primeras rampas, motivo de comentarios en el sentido de “si todo es asi” “quien ha diseñado la ruta” etc. Y no es para menos cuando ves que la velocidad se estanca en los 5/6 km/h. y no sabes si bajar o continuar arrastrándote con la bici hacia arriba. 


En cualquier caso, todavía eran los primeros kilómetros y los ánimos estaban intactos. No iban las primeras subidas a poder con toda la ilusión que, desde Elche, traíamos a cuestas. Para nada. Seguimos subiendo y a los pocos kilómetros, coronamos la parte mas alta de la carretera y llegamos a la Finca la Jutia.

En la parte más alta de la ruta; 1480m.
Km 15 / 1.480m. - Finca la Jutia.  A partir de aquí, el asfalto termina y el camino empieza a abrirse paso por una especie de pequeña meseta que nos conduce por un camino de cabras y piedras, repito, de cabras y piedras con tramos absolutamente mortales y de desniveles prohibitivos, si ha esto le añades las alforjas y, en mi caso, bici rigida, la experiencia es inolvidable. Una vez recorrido 4 kilómetros, encontramos un majestuoso pino que nos anima a tomarnos la primera comida y a echarnos una siesta de saco y colchoneta. 


Continuamos el recorrido manteniendonos en los 1.450m. y es en una bajada cuando, apareciendo bruscamente en un pequeño llano, sorprendemos a un majestuoso ciervo macho iniciando su carrera de despedida. Es en este momento cuando tomamos conciencia de la Naturaleza que nos rodea y de que el esfuerzo de haber subido hasta aquí, ha merecido sobradamente la pena. No tenemos imagen de nuestro amigo el ciervo, aunque Juan Carlos se empeñara en seguirlo como pudo a lomos de su bici. Nada, ni rastro.

Un poco despistados porque el camino se alarga y en ocasiones se pierde en el movil de Juan Carlos, finalmente llegamos en una larga bajada, a la carretera que en continuo y vertiginoso descenso, nos lleva hasta la pequeña aldea de Sege.


Km 45 / 950m. - Aldea de Sege-Yeste. Repostamos agua y desde este punto nos dirigimos, y otra vez en continua bajada, a buscar el cauce del rio Taibilla. Poco antes de llegar, un desafortunado pinchazo en mi bici (como no, tardando estaba) nos obliga a montar de nuevo el taller en un momento en el que el sol estaba poniéndose y teníamos prisa por encontrar un lugar donde pasar la noche. 



Seguimos bajando y orientados por unos amables vecinos del Vizcable (aldea de cortijos dispersos), llegamos, al punto mas bajo de la ruta: El rio Taibilla.


Km 51 / 705m. - Rio Taibilla / zona Vizcable.  ¡Hemos descendido 750m en poco mas de 20km!. Mirando las cumbres donde hace una hora estábamos y que emergen a más de 700m de donde nos encontramos, tomamos conciencia y entendemos el cansancio que tenemos y que va unido al placer personal de haber formado parte de las montañas por unos momentos…y todo, con nuestras bicis.


El lugar que nos rodea y en el que vamos a pasar la noche, es una tranquila zona plana dentro de una estrecho valle por el que transita el rio Taibilla. Este rio pertenece a la cuenca alta del rio Segura, nace en Nerpio y después de alimentarse por varios arroyos de aguas cristalinas, termina desembocando en el rio Segura.

El rio es muy bonito pero el muy ca…..para poder llegar a esta zona de acampada, nos ha obligado a descalzarnos y pasar el rio empujando las bicis un par de veces. 



Pero por fin tenemos un sitio agradable, con agua y tranquilo…bueno, tranquilo si no fuera por un rebaño de vacas y toros que tenemos pegados en una cerca y que presagia una noche con mas ruidos de lo que nos gustaría. El largo, duro y emocionante día nos ha dejado el cuerpo pidiendo pegarnos un refrescante baño en el rio. No nos lo pensamos y, como nuestra madre nos trajo al mundo, nos bañamos/remojamos en las fresquitas aguas del Taibilla…un placer que resulta simplemente maravilloso. Una reconfortante cena seguida de una larga conversación acostados fuera de la tienda y contemplando un espectacular cielo estrellado, pone fin a este emocionante día.

24 DE SEPTIEMBRE de 2013 (segunda jornada 30Km.)
Amanece en un lugar que, ahora, a la luz del sol, es realmente fascinante, un lugar en el que el rumor del rio se mantiene eternamente constante haciéndose más presente por la noche, casi tanto como los cencerros de las vacas que no han parado un momento y que a Tomás lo han puesto de los nervios.

A las 10:00h iniciamos la ruta y, como no, después de llanear un poco, afrontamos de nuevo las fuertes pendientes que vamos lidiando como podemos. Cualquier excusa es buena para detenernos: una foto, una vecina a quien preguntar, un amable hombre que nos ofrece rica uva…

Seguimos avanzando por una carretera cada vez mas encajonada por las altas paredes que conforman el espectacular cañon por donde discurre el Taibilla, zona esta de incomparable belleza y quizás de los mas bonito visto hasta ahora. Sobre la 13:30h llegamos a la Presa del Taibilla

Km 68 / 950m. - Presa del Taibilla. 
Este pequeño embalse con capacidad para 10 hm3 (frente a los 430 del Cenajo, por ejemplo), fue construido en 1974 para regular y controlar las aguas del Taibilla. Directamente desde este embalse, nace el Canal del Taibilla, importante arteria que permite llevar el agua potable a multitud de municipios de Murcia y Alicante. Independientemente de este canal, el rio discurre hasta desembocar, como decía antes, en el rio Segura.


Contemplando sus turquesas aguas, comemos, filosofamos y descansamos en este tranquilo lugar, un lugar que nos muestra la extraña convivencia entre una moderna obra de ingeniería y la naturaleza, una mezcla que nunca me ha transmitido coherencia y tranquilidad.

Iniciamos la ultima parte de la ruta, como no, volviendo a subir hasta situarnos en el alto de un pequeño pero duro puerto (1.130m) que nos ha obligado a superar en tan solo 2,5km. un desnivel de 150m. El tramo que nos queda hasta nuestro destino, no quiere despedirse sin mostrarnos la característica principal de esta orografía: la característica de “rompepiernas”, calificativo que se les da a las zonas de constantes subidas y bajadas. Sobre las 18h. y después de pedalear en ruta circular algo más de 80km, llegamos de nuevo al pueblo de Nerpio. Una agradable y tonificante piscina climatizada nos esperaba para intentar recomponer nuestros maltrechos músculos.

Km 81 / 1.140m. - Nerpio. Por mi parte, esta ruta ha significado la vuelta al cicloturismo después de 13 años de “parón”, una vuelta que no ha podido ser en mejor compañía. Las ganas y entusiasmo de tomas, unido a la juventud y “profesionalidad” en estos menesteres de Juan Carlos, ha sido un combinado perfecto para afrontar esta salida, que se podría catalogar de “dura”, con optimismo y determinación, y casi tambien con la idea firme de servirnos de ella para preparar la siguiente.

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